Las hojas caen, los pájaros no quieren cantar, Wal-Mart pone Santa Clauses a lado de los disfraces de brujas, el semestre se termina pero tú sientes que lo empezaste la semana pasada, tus tareas se acumulan como quisieras que lo hicieran tus regalos de Navidad, y comienzas a pensar en lo que hiciste, en lo que haces y en lo que harás. Porque el otoño sólo trae melancolía cargada de esperanza y tardes nubladas de nescafé. El cigarro se apaga y observas el último hilo de humo que te dice que la muerte se acerca de puntillas, ésta te mira, se pone un cadavérico dedo en los dientes y ríe maliciosamente. En sus ojos huecos puedes verte, puedes sentirte, cómo todo cae a pedazos. El fondo que nunca esperabas tocar te sobrepasó hace doscientos problemas y la palabra jodido ya no te sirve para dar razones.Razones que quisieras convertir en gritos, llantos, y cortadas de venas. ¡Llamadas de atención!Pero nadie escucha, ni puede voltear a verte porque están muy ocupados con su bla, bla, bla.
¡Espera, no te desmorones! Recoge las migajas y hornea un pastel de sabor “me lleva el chingao”. Pero no puedes caerte porque tus más cercanos ya están en el piso esperando a que llegues y los levantes. “Ay, wee! Cómo pesas!”. Al final lo único que quieres es encontrar un momento, un cacho de espacio cósmico en el cual echarte, cerrar los ojos y despertar cuando todo se arregle. O mejor ni despertar. Mejor soñar con el otoño eternamente, el cual te hace un guiño y te seduce porque no es cálido ni frío, porque te indica que un fin está cerca pero no tan cerca. A un paso del borde. Y es tan emocionante estar ahí parado sabiendo que eres intocable aunque sea por unos minutos. Observas todo lo que está detrás de ti, lo que tienes enfrente y te ríes como un loco imaginando todo lo que harías si pudieras quedarte así permanentemente. Qué divertido sería jugarle bromas al destino.
Mas ¡oh, sorpresa! No puedes. Porque tu perro se cagó donde no debía y el olor te devuelve a la realidad, a quien le encanta burlarse de todos nosotros bacterias y darnos cachetadas nivel 10 porque se pone celosa cuando ve que te quedas hipnotizado por el paisaje de enormes nubes proclamando lluvia y de personas corriendo a sus casas, el único lugar donde se sienten a salvo. A salvo de la realidad, a salvo del borde, a salvo del otoño.
¡Espera, no te desmorones! Recoge las migajas y hornea un pastel de sabor “me lleva el chingao”. Pero no puedes caerte porque tus más cercanos ya están en el piso esperando a que llegues y los levantes. “Ay, wee! Cómo pesas!”. Al final lo único que quieres es encontrar un momento, un cacho de espacio cósmico en el cual echarte, cerrar los ojos y despertar cuando todo se arregle. O mejor ni despertar. Mejor soñar con el otoño eternamente, el cual te hace un guiño y te seduce porque no es cálido ni frío, porque te indica que un fin está cerca pero no tan cerca. A un paso del borde. Y es tan emocionante estar ahí parado sabiendo que eres intocable aunque sea por unos minutos. Observas todo lo que está detrás de ti, lo que tienes enfrente y te ríes como un loco imaginando todo lo que harías si pudieras quedarte así permanentemente. Qué divertido sería jugarle bromas al destino.
Mas ¡oh, sorpresa! No puedes. Porque tu perro se cagó donde no debía y el olor te devuelve a la realidad, a quien le encanta burlarse de todos nosotros bacterias y darnos cachetadas nivel 10 porque se pone celosa cuando ve que te quedas hipnotizado por el paisaje de enormes nubes proclamando lluvia y de personas corriendo a sus casas, el único lugar donde se sienten a salvo. A salvo de la realidad, a salvo del borde, a salvo del otoño.
El otoño tiene algo de esa nostalgia que todos cargamos a cuestas, algo de dolor en el frío o la lluvia y recuerdos que a veces nos llegan con esta época, estoy deacuerdo contigo Asura! esto de mirar cosas en los aparadores y maldecir al otoño es algo que viene con la temporada, deberíamos comprar ya nuestro difraz de santa claus. ajajajajajaja
ResponderEliminarTengo una duda, quizás algo tonta este texto cómo qué debo verlo es una entrada de diario... una crónica, un capítulo de algún personaje cascarrabias? ... Me dirías? Me ha gustado medianamente.
Bueno, yo me divertí mucho leyendo esto.
ResponderEliminarSeguro porque todos nos identificamos, nos ha pasado y nos seguira pasando, por un simple motivo: ¡LA VIDA APESTA!
Jaja me imaginé al gordito en los aparadores con un jojojo "pútrida navidad en medio de la mortalidad"
Ni qué hacerle, así es esto, hahaha solo no estoy de acuerdo en algo: El cigarro
XD ya sabrás por qué hahaha
Méndiga Ana... ¡no sé cómo te las arreglaste para escribir algo tan espantosamente (y también genialmente) preciso!
ResponderEliminarHubieron unos momentos de lectura en los que me perdí y no supe bien quién hablaba, como en la parte del "cómo pesas". Tal vez sólo sea yo. Lorena, abstente de comentar esto último ¬¬
claps!!! >.<
ResponderEliminar"un fin está cerca pero no tan cerca" creo que esa es de las líneas que más me gustaron. Ana... you know you know...por eso eres mi hija xD ntc
estuvo muy bien, es como el típico escenario de estrés y depresión que comunmente se vive en nuestra dulce y pasiva ciudad de México...de todas formas...bendito otoño.
MUY BUENO!! =D
Es muy desenfadado y divertido
ResponderEliminarademas describe muy bien estas epocas
Me gusto mucho